Dónde Comer en Alicante
Restaurantes, tapas y rincones auténticos
Nos encanta comer, además hacerlo bien. Te prometemos que aquí vas a encontrar las mejores recomendaciones para comer lo que más te gusta y lo que todavía no sabes que es lo que más te gusta. Comida típica de Alicantina, bares de tapas, comida para llevar o donde hacer un «brunch»
Mediterranean Lifestyle Magazine
Mejores zonas donde comer en Alicante
En Alicante no es lo mismo comer en plena Explanada que perderse por el Barrio de Santa Cruz. La primera rebosa de terrazas pensadas para turistas, mientras que en las callejuelas del casco antiguo se esconden tabernas con historia, donde el arroz y las tapas saben a tradición. Si buscas dónde comer en Alicante, lo ideal es conocer qué ofrece cada zona: desde el bullicio del Mercado Central con sus bares de siempre a los alrededores, hasta las terrazas con vistas al mar en la playa del Postiguet o a los barquitos del puerto. Aquí te dejo un recorrido por las mejores zonas para comer en Alicante, con consejos para que disfrutes como un local y evites los típicos “engaños para guiris” o errores de principiante
Qué comer en Alicante
Qué platos típicos alicantinos pedir
Comer en Alicante no es solo elegir un buen restaurante, también saber qué pedir en la mesa. La ciudad es famosa por sus arroces, pero hay mucho más: tapas marineras, salazones únicos y dulces que forman parte de la identidad alicantina. Estos son los platos típicos que tienes que probar en Alicante si quieres vivir la experiencia gastronómica completa.
Arroces alicantinos, mis favoritos el abanda y el arroz negro
Si hay un plato que define la gastronomía de Alicante, son sus arroces. Pero ojo, aquí no hablamos de cualquier “paella para turistas”, sino de recetas con identidad propia que saben a mar.
El arroz a banda es uno de mis imprescindibles: hecho con caldo de pescado potente y acompañado de alioli, es sencillo y auténtico, con ese sabor que te transporta al Mediterráneo en cada bocado. Otro clásico que nunca falla es el arroz negro, cocinado con tinta de calamar, intenso y cremoso, perfecto para quienes disfrutan de un arroz con carácter.
Para una experiencia más especial, también merece la pena probar un arroz “premium” como el arroz del senyoret, servido limpio y pelado, donde cada bocado es puro mar sin distracciones. Son arroces que, bien preparados, justifican por sí solos una visita a Alicante.
💡 Consejo de alicantino: evita los sitios de la Explanada que venden “paellas” para guiris. Si quieres un arroz auténtico, vete un par de calles hacia dentro o busca restaurantes frecuentados por alicantinos
Tapas, ideales para una comida de «picoteo»
Si algo caracteriza a Alicante es su cultura de tapeo. Aquí se come de pie, en la barra o compartiendo raciones entre amigos. Entre las tapas clásicas no puede faltar la sepia a la plancha, los montaditos variados o la ensaladilla rusa. Dicen los que saben, que para saber si un sitio merece la pena o no, basta con probar su ensaladilla.
Un bocado muy típico en la zona es la marinera: una rosquilla alargada cubierta de ensaladilla y coronada con una anchoa. Es sencilla, pero cuando está bien hecha engancha y es el aperitivo perfecto con una caña o un vermut.
💡 Consejo de alicantino: alrededor del Mercado Central encuentras bares que sirven tapas auténticas, lejos de las cartas pensadas solo para turistas. Sitios como Jacapaca o La Fresca son una apuesta segura.
Salazones, quesos y vinos: la cara más mediterránea de Alicante
Alicante no solo es tierra de arroces: también presume de salazones y de una tradición vinícola cada vez más reconocida. La mojama de atún (apodada el “jamón del mar”), las huevas curadas o el bacalao seco se sirven en láminas finas, acompañados de aceite de oliva y almendras locales. Son sabores intensos, herencia marinera, que combinan de maravilla con una copa de vino.
Entre los quesos, destacan los elaborados en la Sierra de Mariola o en pueblos cercanos como Villena o Elche, de cabra y con curaciones que van desde suaves a intensas. Perfectos para acompañar un vino DO Alicante, desde un tinto Monastrell robusto hasta un Fondillón, un vino dulce único en el mundo con siglos de historia.
💡 Consejo de alicantino: para disfrutar de esta experiencia de “comida fría” en ambiente auténtico, recomiendo dos sitios concretos:
- Alioli, en pleno casco antiguo, donde las tablas de embutidos, quesos y salazones se acompañan de vinos locales en un ambiente de taberna mediterránea.
- Vino y Más, en la conocida «Calle de las Setas», ideal si buscas una selección cuidada de vinos y productos locales, perfecto para una cena tranquila y gourmet.